El 12D salimos a la calle porque toca decir basta. Basta ya de muertes en las fronteras, basta ya de muertes en nuestros mares. Basta ya de políticas que deshumanizan a las personas que migran y buscan refugio. Decimos basta ya a la Europa Fortaleza que vulnera los Derechos Humanos día tras día. Decimos basta ya a la Europa del nuevo Pacto de Migración y Asilo (PEMA), porque esta no es la Europa que queremos.
En los últimos años, hemos visto cómo los Estados europeos han levantado, en sus fronteras, un total de 1000 kms de muros para impedir la entrada de personas desplazadas por la violencia de la guerra, la desigualdad económica y la persecución política, en vez de obligar a los estados miembros a cumplir las cuotas de reubicación. Estos mismos Estados externalizan la gestión de sus fronteras a países como Turquía, Marruecos, Libia, Senegal o Mali a cambio de sumas millonarias.
La U.E. y sus estados miembros pretenden que las vulneraciones de los Derechos Humanos se nos presenten a la ciudadanía europea como algo ajeno y muy lejano. En el Mediterráneo, impiden que las ONGs de rescate marítimo puedan realizar su trabajo y que, de esta manera, no haya testigos del genocidio por omisión que tiene lugar en nuestro mar; al mismo tiempo se criminaliza la solidaridad de las personas que defienden el derecho a una vida digna.
Con su discurso y la complicidad de algunos medios de comunicación, los Estados criminalizan la migración y nos presentan las personas migrantes como alguien de quien nos tenemos que proteger, en lugar de como personas con derechos que hay que proteger.
En este contexto, el día 12D, en conmemoración del Día mundial de los Derechos Humanos (10D), salimos a la calle para levantar la voz y decir que no miraremos hacia otro lado. No podrán hacer invisibles a las personas ni sus derechos, ni sus historias ni sus nombres, por muy altos que sean los muros que levanten, tanto físicos como mentales: los muros del racismo y de la xenofobia.
La Europa que queremos no es la Europa de Moria, ni la de las muertes en las Islas Canarias, ni la de las concertinas en la Frontera Sur, ni la de tantos otros lugares de la frontera europea donde se vulneran a diario los derechos más fundamentales de las personas: el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad de movimiento, a la salud, a la educación.
La Europa que queremos no es la que se niega a acoger, aunque reciba un porcentaje mínimo de la población mundial con necesidad de refugio. Recordemos que el Estado Español solamente acogió un 9% de las 19.449 personas atrapadas en Grecia e Italia que estaba obligado a reubicar.
La Europa que queremos no es la del Pacto de la vergüenza (PEMA), el cual protege más las fronteras que las personas, fomenta la creación de campos de retención de personas y agiliza las deportaciones en lugar de obligar a los Estados miembros a cumplir las cuotas de reubicación.
Abra vías legales y seguras para garantizar el derecho a migrar y el derecho de asilo, como por ejemplo: activar programas de reubicación y reasentamiento, atender las solicitudes de protección en las oficinas consulares y embajadas, expedir visados humanitarios en países de origen y de tránsito; así como establecer corredores humanitarios y facilitar la reagrupación familiar de personas desplazadas.
Salvaguarde el derecho a la vida, revirtiendo los recortes en recursos humanos y económicos en el servicio público de Salvamento marítimo y establezca mecanismos y protocolos efectivos de rescate y desembarco seguro.
Active de forma urgente un programa de reubicación coordinado y permanente que permita trasladar personas con necesidades de protección, bloqueadas en los diferentes espacios fronterizos de Europa, como Ceuta, Melilla, Islas Canarias, sur de Italia, nordeste de Francia o en las islas griegas, para evitar el hacinamiento humano y garantizar su acogida con garantías en otros países de la UE.
Ponga fin inmediatamente a las devoluciones en caliente, las cuales atentan contra el estado de derecho, impiden el acceso de las personas con necesidad de protección internacional a los procedimientos de asilo y ponen de nuevo en riesgo su integridad física y su vida.
Despliegue un sistema de acogida integral, coordinado y dotado de recursos que proteja efectivamente los derechos de las personas con necesidad de refugio y que, en cumplimiento de sus obligaciones estatales, disponga de instrumentos para dar una respuesta adecuada a aquellas personas especialmente vulnerabilizadas, como niños, supervivientes de violencias machistas o personas víctimas de tortura.
Abandone la política de externalización y control de las fronteras y apueste por una política de cooperación con los países fronterizos y de origen, que garantice que las personas en tránsito tengan acceso a mecanismos de solicitud de asilo
Deje de ser cómplice en las causas que provocan los desplazamientos forzosos y impulse una política migratoria y de asilo poniendo la defensa de los derechos humanos en el centro. Que cumpla con las normativas, tales como la Posición Común sobre exportaciones de armamentos, y detenga la venta de armas a países en situación de conflicto armado o de vulneración de los Derechos Humanos.
Adopte una posición firme en la defensa de los derechos fundamentales de las personas migradas y refugiadas en el marco de las negociaciones del Pacto Europeo de Migración y Asilo, y que se aleje de las posiciones de la extrema derecha.
Derogue la actual Ley de Extranjería, cierre los Cies, abandone definitivamente los programas de deportaciones, agilice los trámites de las personas en estancia y residencia y ponga en marcha un nuevo y urgente proceso de regularización de todas las personas residentes en el Estado Español.
Presente de forma urgente una reforma de la Ley de Asilo actual que despliegue un modelo basado en vías legales y seguras de acceso a la protección internacional, acompañada de un reglamento que permita su implementación inmediata.
Diciembre, 2020 Plataforma 12D
El 12D sortim al carrer perquè toca dir prou. Prou mort a les fronteres, prou mort al nostre mar. Prou polítiques que deshumanitzen les persones que migren i busquen refugi. Diem prou a l’Europa Fortalesa que vulnera dia rere dia els drets humans. Diem prou a l’Europa del nou Pacte de Migració i Asil (PEMA), perquè aquesta no és l’Europa que volem.
En els últims anys, hem vist com els Estats europeus han aixecat un total de 1.000 km de murs a les seves fronteres per aturar l’entrada de persones desplaçades per la violència de la guerra, la desigualtat econòmica i la persecució política. en lloc d’obligar als Estats membres a complir les quotes de reubicació. Els mateixos Estats externalitzen la seva gestió de fronteres a països com Turquia, Marroc, Líbia, Senegal o Mali a canvi de sumes milionàries. La Unió Europea i els seus membres volen que les vulneracions de drets humans ens semblin a la ciutadania europea quelcom cada vegada més llunyà. Al Mediterrani, impedeixen que ONGs de rescat marítim realitzin la seva feina perquè no hi hagi testimonis del genocidi per omissió que té lloc al nostre mar; alhora que es persegueix la solidaritat de les persones que defensen el dret a una vida digna.
Amb els seus discursos i la complicitat d’alguns mitjans de comunicació, els Estats criminalitzen la migració, i ens presenten les persones migrants com quelcom del qual cal protegir-se, en comptes de persones amb drets que cal protegir.
En aquest context, el 12D, en commemoració del Dia internacional dels Drets Humans, la ciutadania de Catalunya sortim al carrer per alçar la veu i dir que no mirarem cap a una altra banda. No podran invisibilitzar les persones ni els seus drets, ni les seves històries o els seus noms, per molt alts que siguin els murs que construeixin, tant físics com mentals: els murs del racisme i la xenofòbia.
L’Europa que volem no és l’Europa de Mòria, ni la de les morts a les Illes Canàries, ni la de les concertines a la Frontera Sud, ni la de tants altres espais de la frontera europea on es vulneren diàriament els drets més fonamentals de les persones: el dret a la vida, a la integritat física, a la llibertat de moviment, a la salut, a l’educació, etc.
L’Europa que volem no és la que es nega a acollir malgrat rebre un percentatge mínim de la població amb necessitat de refugi mundial. Recordem que l’Estat espanyol només ha reubicat un 9% de les 19.449 persones atrapades a Grècia i Itàlia que estava obligada a acollir.
L’Europa que volem no és la del Pacte de la vergonya (PEMA), el qual protegeix més les fronteres que les persones, fomenta la creació de camps de contenció i les deportacions, en lloc d’obligar els Estats membres a complir unes quotes de reubicació.
Obri vies legals i segures per garantir el dret a migrar i el dret d’asil, com ara: activar programes de reubicació i reassentament, atendre sol·licituds de protecció a oficines consulars i ambaixades, expedir visats humanitaris en països d’origen i trànsit; així com l’establiment de corredors humanitaris i la facilitació de la reagrupació familiar de persones desplaçades.
Salvaguardi el dret a la vida, revertint les retallades en recursos humans i econòmics en el servei públic de Salvament marítim i estableixi mecanismes i protocols efectius de rescat i desembarcament segur.
Activi de forma urgent un programa de reubicació coordinat i permanent que permeti traslladar persones amb necessitat de protecció bloquejades als diferents espais fronterers d’Europa, com Ceuta, Melilla, Illes Canàries, sud d’Itàlia, nord-oest de França o les illes gregues, per garantir-ne la seguretat, el seu dret a una assistència lletrada i l’acollida amb garanties a altres països de la UE.
Posi fi immediatament a les devolucions en calent, les quals atempten contra l’estat de dret, impedeixen l’accés de les persones amb necessitat de protecció internacional als procediments d’asil i posen de nou en risc la seva integritat física i la seva vida.
Desplegui un sistema d’acollida integral, coordinat i dotat de recursos que protegeixi efectivament els drets de les persones amb necessitat de refugi i que, en compliment de les seves obligacions estatals, disposi d’instruments per donar una resposta adequada a aquelles persones especialment vulnerabilitzades, com infants, supervivents a violències masclistes o persones víctimes de tortura.
Abandoni la política d’externalització i securitització de fronteres i aposti per una política de cooperació amb països fronterers i d’origen que garanteixi que les persones en trànsit accedeixen a mecanismes de sol·licitud d’asil.
Deixi de ser còmplice en les causes que provoquen els desplaçaments forçosos i que impulsi una política migratòria i d’asil amb la defensa dels drets humans al centre. Que compleixi amb les normatives sobre les exportacions d’armament com ara la Posició Comuna i s’aturi immediatament la venda d’armament a països en situació de conflicte armat o de vulneració de drets humans.
Tingui una posició ferma en la defensa dels drets fonamentals de les persones migrades i refugiades en el marc de les negociacions del Pacte Europeu de Migració i Asil, desmarcant-se de les posicions de l’extrema dreta.
Derogui l’actual Llei d’Estrangeria, tanqui els CIEs, abandoni definitivament els programes de deportacions, agilitzi els tràmits de les persones en estança i residència i dugui a terme un nou i urgent procés de regularització de totes les persones residents a l’Estat espanyol.
Presenti de forma urgent una reforma de la Llei d'Asil actual que desplegui un model basat en vies legals i segures d'accés a protecció internacional, acompanyat d'un reglament que permeti la seva implementació immediata.
Desembre, 2020 | Plataforma 12D